Las bacterias tienen mucho que ofrecer. A pesar de que algunas de ellas son muy nocivas para los seres vivos porque pueden causar enfermedades, hay otras muy beneficiosas que las podemos tomar en forma de alimentos probióticos y de medicamentos y hacen que nuestras vidas sean mucho más saludables y hacen que no nos pongamos tan enfermos a lo largo del año. Esto es lo que hemos tratado de aprender en cuarto sobre las bacterias.
Para ello hemos tenido en clase a una invitada especial que nos ha explicado a través de dos experimentos cómo se puede hacer en nuestros propios hogares el kéfir y el té de kombucha.
Para los niños y las niñas ha sido algo muy novedoso, sobre todo cuando hemos dejado los dos alimentos reservados en un lugar a temperatura ambiente y en oscuridad. Hemos tenido que esperar dos días para disfrutar de ese estupendo kéfir, con un sabor similar a los yogures líquidos probióticos. Le añadimos para tomarlo azúcar de caña integral o panela, que es el azúcar más sano que hay en el mercado.
En cuanto al té de Kombucha había que esperar aún más días hasta que la capa de Kombucha creciese otra vez. Sin duda ver crecer tanto los búlgaros del Kéfir como a la lámina de Kombucha ha hecho ver a los más pequeños cómo las bacterias beneficiosas también existen y que son muy importantes en nuestras vidas.
Además hemos trabajado buenos hábitos para evitar las enfermedades a través de gérmenes o bacterias, sobre todo hemos hablado sobre la importancia de la higiene del cuerpo humano, como lavarse la manos y los dientes.
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C.E.I.P San Miguel de Armilla
